CESARÉE
Cesarée
Cesarée
El lugar se llama así
Cesarée
Cesarée
Cesarée
El lugar se llama así
Cesarée
Cesarée
Sólo queda la
memoria de la historia
y esa única palabra para nombrarla
Cesarée.
La totalidad.
Nada más que el lugar
Y la palabra.
y esa única palabra para nombrarla
Cesarée.
La totalidad.
Nada más que el lugar
Y la palabra.
El suelo.
Es blanco.
Del polvo del mármol
mezclado con la arena del mar.
Es blanco.
Del polvo del mármol
mezclado con la arena del mar.
Dolor.
Lo intolerable.
El dolor de su separación.
Lo intolerable.
El dolor de su separación.
Cesarée.
El lugar todavía se llama.
El lugar todavía se llama.
Cesarée.
Cesarée.
Cesarée.
El lugar es
llano
frente al mar
el mar está al final de su carrera
golpea las ruinas
siempre fuerte
allí, ahora, ya frente al otro continente.
Azul de las columnas de mármol azul tiradas delante
del puerto.
frente al mar
el mar está al final de su carrera
golpea las ruinas
siempre fuerte
allí, ahora, ya frente al otro continente.
Azul de las columnas de mármol azul tiradas delante
del puerto.
Todo
destruido.
Todo ha sido destruido.
Todo ha sido destruido.
Cesarée.
Cesarée.
Capturada.
Raptada.
Llevada al exilio sobre el navío romano,
la reina de los judíos,
la mujer reina de Samaria.
Por él.
Cesarée.
Capturada.
Raptada.
Llevada al exilio sobre el navío romano,
la reina de los judíos,
la mujer reina de Samaria.
Por él.
Él.
El criminal.
El que había destruido el templo de Jerusalén.
El criminal.
El que había destruido el templo de Jerusalén.
Y luego
repudiada.
El lugar se
llama todavía.
Cesarée.
Cesarée.
Cesarée.
Cesarée.
El borde del
mar
El mar que golpea contra los desiertos.
El mar que golpea contra los desiertos.
Sólo queda la
historia
El todo.
Nada más que el pedregullo de mármol bajo los pasos
Ese polvo.
Y el azul de las columnas sumergidas.
El todo.
Nada más que el pedregullo de mármol bajo los pasos
Ese polvo.
Y el azul de las columnas sumergidas.
El mar ha
vencido a la tierra de Cesarée.
Las calles de Cesarée eran angostas, oscuras.
Su frescura daba al sol de las plazas
a la llegada de los barcos
y al polvo de los rebaños.
En ese polvo
aún se ve, aún se lee el pensamiento
de la gente de Cesarée
el trazado de las calles de los pueblos de Cesarée.
Las calles de Cesarée eran angostas, oscuras.
Su frescura daba al sol de las plazas
a la llegada de los barcos
y al polvo de los rebaños.
En ese polvo
aún se ve, aún se lee el pensamiento
de la gente de Cesarée
el trazado de las calles de los pueblos de Cesarée.
Ella, la reina
de los judíos.
De vuelta allí.
Repudiada.
Echada.
Por razón de Estado
Repudiada por razón de Estado
Regresa a Cesarée.
De vuelta allí.
Repudiada.
Echada.
Por razón de Estado
Repudiada por razón de Estado
Regresa a Cesarée.
El viaje sobre
el mar en el navío romano.
Fulminada por el intolerable dolor de haberlo dejado,
al criminal del templo.
Fulminada por el intolerable dolor de haberlo dejado,
al criminal del templo.
En el fondo
del barco descansa entre las cintas
blancas del duelo.
La noticia del dolor estalla y se expande por el mundo.
La noticia recorre los mares, se expande por el mundo.
blancas del duelo.
La noticia del dolor estalla y se expande por el mundo.
La noticia recorre los mares, se expande por el mundo.
El lugar se
llama Cesarée.
Cesarée.
Al norte, el
lago Tiberíades, las grandes aglomeraciones
de San Juan de Acre.
Entre el lago y el mar, Judea, Galilea.
Alrededor, campos de bananeros, de maíz, de naranjos,
el trigo de Galilea.
Al sur, Jerusalén, hacia el Oriente, Asia, los desiertos.
de San Juan de Acre.
Entre el lago y el mar, Judea, Galilea.
Alrededor, campos de bananeros, de maíz, de naranjos,
el trigo de Galilea.
Al sur, Jerusalén, hacia el Oriente, Asia, los desiertos.
Ella era muy
joven, dieciocho años, dos mil años.
Él se la llevó.
Repudiada por razón de Estado
El Senado habló del peligro de un amor así.
Él se la llevó.
Repudiada por razón de Estado
El Senado habló del peligro de un amor así.
Arrancada de
él.
Del deseo por él.
Muere.
Del deseo por él.
Muere.
A la mañana,
frente a la ciudad, el navío de Roma.
Muda, blanca como la tiza, aparece.
Sin ninguna vergüenza.
Muda, blanca como la tiza, aparece.
Sin ninguna vergüenza.
En el cielo de
pronto, el estallido de cenizas.
Sobre unas ciudades llamadas Pompeya, Herculano.
Sobre unas ciudades llamadas Pompeya, Herculano.
Muerta.
Hace destruir todo.
Y muere.
Hace destruir todo.
Y muere.
El lugar se
llama Cesarée.
Cesarée
Ya no hay nada que ver. Sino el todo.
Cesarée
Ya no hay nada que ver. Sino el todo.
En París hay
un mal verano.
Frío. Con bruma.
Frío. Con bruma.
(Puede verse en http://vimeo.com/7479997)
Tusquets Editores publicó el texto que Marguerite Duras tituló "Roma". Ella dice en una nota de la edición que fue en un principio una película producida por la RAI a petición de su amiga Giovanella Zanoni; esa película se llamó "Le dialogue de Rome". Ambas obras refieren al mismo tema y vale la pena leer "Roma" por la intensidad de su escritura.
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