miércoles, 4 de diciembre de 2013

Ágnes Nemes Nagy

Árboles

Hay que aprender. Los árboles de invierno.
Ese cubrirse hasta los pies de escarcha.
Inmóviles cortinajes.
Hay que aprender la franja
donde el cristal ya humea,
y el árbol va cruzando la neblina
como los cuerpos la memoria.
Y tras los árboles el río,
las alas silenciosas de los ánades,
la cegadora noche azul y blanca
donde hay paradas cosas con capuchas.
Hay que aprender aquí los gestos
inenarrables de los árboles.












Ágnes Nemes Nagy (Budapest, 1922-1991), El reverso de la luz: Cuatro poetas húngaros, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2000. Traducción de Rodrigo Escobar Holguín y Vera Székács. Vía Jonio González. Publicado por Jorge Aulicino   otra iglesia es imposible


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